En este día solemnemente quiero declarar que no pienso madurar más que lo hecho hasta el momento. Mucho o poco es otro tema.
Seguiré soñando, persiguiendo quimeras, emocionándome con pavadas y teniendo mil caprichos.
Persiguiendo chicas hasta que te encuentre.
Escuchando rock y después tango mientras hago una pausa de la opera que me obsesione en ese momento.
Le seguiré reprochando a mis personalidades el no tener suficiente carácter para imponerse ante las demás, pero les prohibiré interrumpir a la que en ese momento me haga más feliz (si me ves jugando con un trompo o haciendo malabares, o te prendes o no me distraigas que estoy ocupadísimo).
Cada vez que algo no me guste me reservo el derecho de hacer puchero por tiempo indeterminado.
...y sobre todo no voy a renunciar. A nada. Nunca más.
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